- Terminada la presentación nos dirigimos por un
camino y ladeando la chopera al interior de un soto. Los senderos se han
abierto entre la vegetación y son iluminados por puntos de luz estratégicamente
colocados para crear una atmósfera de fantasía. Son profundos y nos llevan a
otro agosto pasillo entre la vegetación espesa, aquí la iluminación parpadea a
modo de llama de vela. Entramos a un habitáculo semicircular ganado a la
floresta, La cúpula del primer árbol. Unos troncos seccionados nos
invitan a tomar asiento y contemplar la formidable estructura de un gran álamo,
que se pierde en las alturas entre el bosque tupido. El tronco es descomunal e
insinúa un rostro antropomórfico.
Aparece en este espacio un personaje que nos relata historias
filosóficas a través de la performance de voz, se trata del artista Gustavo
Giménez. En otras ocasiones David Martínez con su personaje Ramón (una
marioneta bocón) contó la historia del primer árbol, Ana
Zurita con cinco
canciones de amor hebreas de Eric Whitacre acompañada en el contrabajo por Estefanía
Aineto o un recital de
poesía a cargo de Daniel Rabanaque.
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