Para mí la simbiosis arte y naturaleza significa principalmente mantener un vínculo espiritual y emocional con la Madre Tierra, es aprender a apreciar y a disfrutar de la belleza del entorno natural, buscar la aventura y la libertad dentro del marco de la sociedad actual y no dejar de explorar el territorio de mi propia alma
-Encaramos la última parte de la velada, ladeamos la chopera y seguimos un camino entre soto de ribera y choperas, hasta llegar a un punto en el que las lucecitas nos incitan a recorren un pasillo entre vegetación y nuevamente los chopos. Nos sumergimos en esta experiencia de cuento, el recorrido nos lleva a descubrir a lo lejos una vegetación teñida de colores, donde se abre un orificio, un túnel que te lleva a otra dimensión y se tiene que explorar en soledad. Uno por una los participantes se adentran en el túnel y desaparecen.


El espacio interior que se descubre La cúpula del nogal, un recoveco circular abierto entre la espesa vegetación preparado para la relajación, meditación o el deleite de los sentidos. Nos descalzamos y nos tumbamos en un espacio delicadamente preparado. Finas telas que son entrada, almohadas, lianas de zarzas que soportan nidos de luz, estructuras de troncos encorvados que dibujan arcos y música para la calma. Nos acompañaron Bhagatjot Singh con el baño de gongs, o Alfredo Porras con los cuencos de cuarzo, hang, flauta nativa o los cantos armónicos. 

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