Para mí la simbiosis arte y naturaleza significa principalmente mantener un vínculo espiritual y emocional con la Madre Tierra, es aprender a apreciar y a disfrutar de la belleza del entorno natural, buscar la aventura y la libertad dentro del marco de la sociedad actual y no dejar de explorar el territorio de mi propia alma
-El conjunto escultórico  despide a los visitantes, es hora de volver a la senda de las luces y avanzar hasta el siguiente encuentro La corona de las luciérnagas. Los visitantes rodean la pieza escultórica para contemplarla en plenitud, pueden descubrir los puntos de luz que provienen del interior de la plantas (flor de la cebolla, Allium Cepa Leaves)   parecen brasas que forman una corona, se sostienen por unas esqueléticas estructuras de ramas de (estramonio, Datura stramonium), la forma circular de este conjunto está remarcada por una cenefa de piedras bien conjuntadas. En el interior de la pieza se revela sutilmente una figura humana semienterrada, es misteriosa, atávica.


Una vez que los visitantes se acomodan comienza a tomar vida la escena, el canto surge del interior de la espesa arboleda, la figura de una mujer avanza con un candil y se acerca al cuerpo semienterrado, lo saca de su letargo y comienza la danza. Danza y canto lirico se armonizan y toman una elevada sintonía. Gonzalo Catalinas danza butoh, Pilar Marqués canto lírico. 


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