Para mí la simbiosis arte y naturaleza significa principalmente mantener un vínculo espiritual y emocional con la Madre Tierra, es aprender a apreciar y a disfrutar de la belleza del entorno natural, buscar la aventura y la libertad dentro del marco de la sociedad actual y no dejar de explorar el territorio de mi propia alma

El Templete de la Catedral

Esta arquitectura-templo está protagonizada por sus estructuras de arcos de medio punto creados con ramas de la poda de una chopera cercana. En el eje central destaca un gran tronco que se recogió de una chopera que estaban talando en el entorno. Se encuentra horadado por pájaros que buscaran  larvas de gusano, también se localizan otros orificios que sirvieron como espacios nido.  El tronco está cubierto de algodón de la hembra del chopo y los orificios están circundados por palitos de tamariz en dos tonalidades y diferentes medidas a modo de mandala.

El espacio sirvió como escenario para las actuaciones de la cantante de lírico Ana Cristina Zurita que en alguna ocasión actuó con la poeta Cristina Járboles, Gonzalo Catalinas en la danza butoh, Javier Gavín música, o la Camerata “San Nicolás” de Zaragoza (quinteto de cuerda de música clásica).

En el interior de la arquitectura y en torno a ella también se realizaban dinámicas o “rituales” de comunión con la naturaleza “Se dice que el tronco central de esta pieza canaliza las energías que van de la tierra hacia el cielo, de tal manera que si lo rodeamos y pedimos un deseo éste se eleva hacia el universo”. 

Los días que hacía viento se proponía abrazar a los estilizados árboles y pegar el oído a su tronco para sentir su voz y sus ligeros y sorprendentes movimientos.


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